Acompañando el exilio

25 marzo 2019

Por Braulio Laje, SJ | Aprox. 5 min. de lectura.

En los últimos años, el Perú ha enfrentado un incremento considerable de migración venezolana. Más de 700 mil ciudadanos venezolanos han ingresado al Perú, según Migraciones[1].   A partir de esto, se proyectó que el país tendría un crecimiento y desarrollo económico importante, además de generarse nuevas oportunidades laborales. Esto ha atraído el interés de muchos otros venezolanos que han emigrado a Perú en búsqueda de nuevas oportunidades, además de traer consigo las necesidades que quieren cubrir.

Sin embargo pese a esta perspectiva esperanzadora, a nivel laboral se han registrado situaciones donde empresas o patrones se han aprovechado de la condición migratoria de venezolanos para ofrecer menos del sueldo mínimo (930 soles) sin ningún tipo de contrato[2]. Incluso, el Ministerio de Trabajo se ha visto obligado a intervenir para implementar regulaciones que eviten que un trabajador venezolano gane menos que un peruano[3]. Esta falta de regulación en lo laboral no solo se da en pequeñas empresas sino, hay quienes dicen que también en las grandes empresas a través de la subcontratación.

Entonces, es evidente la vulnerabilidad de los migrantes, por la situación de su país, la precariedad de su vida en el Perú, la vulneración de sus derechos y muchas manifestaciones xenófobas de las que pueden ser víctimas. Asimismo, cabe resaltar que la diversidad cultural que empezamos a enfrentar exige un conocimiento mutuo de todas las entidades que participan, especialmente en ayuda de los exiliados que piden a gritos trabajo y una vida digna. Así pues, el crecimiento económico del país debe favorecer de igual manera a toda la sociedad, sin olvidar de integrar a los inmigrantes respetando sus derechos humanos, puesto que se han convertido en los postergados del hoy.

¿Enfrentar esta realidad es un desafío para el país, especialmente a niveles económicos y sociales? ¿Es necesario que sólo los extranjeros se adapten específicamente a la realidad y cultura nacional para interactuar de mejor manera con el pueblo peruano o es que también deben hacerlo los propios peruanos? Resolver este tema es de vital importancia para seguir creciendo como país, en todo sentido.

Los cristianos estamos invitados a vivir esta realidad desde una doble exigencia, lo humanitario y la exigencia evangélica. Todos somos iguales a los ojos de Dios y como personas. Cuando San Pablo dice en la carta a los Colosenses que “no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos” (Col. 3, 11-15), nos invita a tener una mirada más humana y fraterna, nos invita derribar las barreras que nos dividen.

Así pues, los migrantes venezolanos en el país, cuentan como cualquier otro ser humano del mundo con los derechos básicos y estos deben de ser reconocidos en su totalidad. Si bien es cierto, la cantidad de migrantes que han llegado al Perú es un número considerable, el gobierno y sus políticas públicas tienen que ser capaces de enfrentar esta situación, especialmente promoviendo la dignidad de quienes más sufren en esta calidad de migrantes, supervisando los derechos laborales de los venezolanos que están trabajando, con el fin de proveerlos de la protección necesaria para evitar los abusos que pueden estarse cometiendo.

Asimismo, el Evangelio nos invita a reconocer la dignidad que merecen. No podemos excluir a quienes más necesitan de nuestra ayuda, el acercamiento y el diálogo con estas realidades significa practicar la justicia y, más aún, esta justicia tiene que verse reflejada tanto a nivel político como a nivel social en cosas concretas como el reconocimiento de los derechos de los migrantes, la penalización de la xenofobia y discriminación, el derecho a la educación de los niños y jóvenes, la protección frente a quienes son violentados y el derecho a la salud. Recién allí podremos empezar a hablar de mejorar una calidad de vida, la que han intentado buscar fuera de sus propias fronteras.

[1] https://rpp.pe/politica/gobierno/venezolanos-en-peru-mas-de-700-mil-ciudadanos-venezolanos-han-ingresado-al-pais-segun-migraciones-noticia-1183784
[2] https://larepublica.pe/sociedad/1213321-el-abuso-laboral-es-la-paga-diaria-para-muchos-venezolanos-en-lima
[3] https://larepublica.pe/politica/1176386-ministro-de-trabajo-hay-que-ver-que-no-se-aprovechen-del-trabajador-venezolano

 

Braulio Laje Cárdenas, SJ
Estudiante de Filosofía – Univesidad Antonio Ruiz de Montoya
Asesor en el Voluntariado Magis San Juan de Lurigancho.

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